Mis problemas
visuales se remontan a más de 34 años, pero, han sido sobre todo los 4 últimos
cuando la situación ha sido ya tan grave que apenas veía. El ser ciego o tener
una deficiencia visual grave, es una de las múltiples situaciones con las que
nos podemos encontrar a lo largo de nuestra vida, nos puede pasar a cualquiera
y en cualquier momento. Es una gran “putada”, a la que tenemos que hacer frente
con valentía y entereza. Pero con el apoyo de nuestros seres queridos, la ONCE
y la comprensión de la sociedad, se puede llevar una vida muy normalizada y
feliz.
Las barreras más
difíciles de solventar suelen estar en nuestra mente, por desgracia las
levantamos nosotros mismos y somos cada uno, los que las tenemos que derribar.
Las arquitectónicas y sociales, con dinero y educación, poco a poco se van eliminando,
aunque queda todavía mucho por hacer.
Hace un mes fui
operado por el equipo del doctor Jaime Etxebarria en el Hospital de Cruces, en
Barakaldo. Ha sido una operación muy novedosa (solo la hacen ellos en España y
ha sido la tercera) y compleja. Con lo cual te puedes hacer una idea de la dificultad.
Aunque todavía me queda una larga recuperación de tres meses en la que pueden
surgir complicaciones. De momento va bien y tanto el doctor, mi “enfermera
particular” y yo, somos optimistas. ¡La esperanza no hay que perderla nunca!.
No se si te puedes llegar a imaginar
lo emocionante que es poder volver a ver la cara de las personas que quieres, salir a la calle solo (sin
que sea una aventura), ver lo que comes, los colores, el mar, la televisión, poder
leer, etc. También te comentaré tres
cosas muy curiosas, el comprobar como han cambiado los sobrin@s, el poner cara
a personas a las que solo conocía por la voz y poder manejar el móvil sin la
ayuda sonora, deslizando un dedo como tú (los teléfonos inteligentes ya me
pillaron sin ver).
A pesar de esta buena noticia, tienes
que saber, que sigo teniendo mis limitaciones visuales.
Quiero aprovechar este momento, para
agradecer a todas aquellas personas que me habéis acompañado y ayudado de una
manera u otra en esta dura etapa de mi vida, pero destacando por encima de
todas a la fantástica compañera de viaje que me acompaña desde hace 18 años,
sin ella, nada hubiera sigo igual.
En esta nueva etapa de mi vida, pretendo
disfrutar de las pequeñas cosas junto a las personas a las que quiero y
aprecio. Además me gustaría seguir a
portando mi granito de arena en la defensa de las abejas y del medio ambiente. También
espero no quedarme impasible ante situaciones injustas, en las que considere
que puedo hacer algo (como fue el traslado de oftalmología del H. de Valdecilla
al H. de Liencres).
Si has leído
esto hasta el final y te has emocionado un poquito o reflexionado, quiero que
sepas, que si tú quieres, cuento contigo
para esta nueva etapa de mi vida.
Si te sirve, a mi me ayuda mucho repetir al levantarme estas dos
frases:
“NO TE RINDAS NUNCA” y “QUIERO, PUEDO Y ME LO MEREZCO”
No hay comentarios:
Publicar un comentario