Las abejas están consideradas como uno de los bioindicadores para determinar como se encuentra la salud del medio ambiente. Esto quiere decir que cualquier problema que tenga éste las abejas lo van a percibir y a manifestar.
Esas señales pueden ser:
- El tiempo está "loco", las estaciones cada vez están menos definidas, los inviernos cada vez son más suaves, en las primaveras llueve menos, los veranos tan pronto se producen temperaturas altísimas como bajísimas, los otoños son menos lluviosos y más caluros.
Foto: Flores de eucalipto. Este año esta floración en Cantabria fue muy mala.
- Las precipitaciones a lo largo del año son cada vez más irregulares. Se suceden periodos de sequía con otros de inundaciones.
- Estos desbarajustes climatológicos influyen en las floraciones, acortándolas, mermándolas o haciéndolas inexistentes.
- En el campo cada vez vez hay menos flores, debido en gran parte a algunos manejos ganaderos (desbroces, abonados con cisterna...),
agrícolas (cultivos transgénicos, herbicidas,...), incendios forestales y por la masiva construcción.
Foto:Flores de brezo. Este verano fue lluvioso y muy templado lo que favoreció a esta floración.
- Más contaminación atmosférica y, por plaguicidas.
- y unas cuantas más.
Todo esto influye directamente en el desarrollo de las abejas, su alimentación se ve alterada, su sistema inmunológico se debilita, ... factores todos ellos que ayudan a que aparezca el "SÍNDROME DEL DESABEJADO" del que seguramente habréis oído hablar en los últimos meses, junto a noticias de que las abejas están desapareciendo.
Todas estas señales nos las deberíamos tomar como avisos de que las cosas no las estamos haciendo bien y de que esta sociedad globalizada tiene que dar un giro de 360 grados antes de que sea demasiado tarde.
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