En la foto tenemos a una vaca de raza frisona, es la lechera por excelencia. Aunque es originaria de Holanda, se aclimató estupendamente a Cantabria dando incluso mejores resultados.
He hecho un resumen de esta noticia y luego la comentaré:
España tiene asignada una cuota de seis millones de toneladas, mientras que el consumo está en nueve millones. Por lo que se ve obligada a importa tres millones para poder atender el mercado interno.
La cuota láctea asignada a Cantabria asciende a 470.000 toneladas y el consumo está ligeramente por encima de las doscientas mil.
Hace una década la región contaba con un censo de 12.000 ganaderos de leche; en la actualidad hay 1.945, tras el último Plan de Abandono habido en 2007, al que se han acogido 159 ganaderos que, en conjunto, suponen algo más de 18.100 toneladas de leche menos, según fuentes de la Consejería de Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria.
En otras regiones el panorama es parecido, en todas se han producido abandonos en el Plan Lácteo de este año. Llama la atención Galicia, con 964 solicitudes y 50.000 toneladas entre las cuatro provincias; le sigue Asturias, con 243, con 23.500 toneladas, lo mismo que Castilla y León. Un total de 2.000 explotaciones en España.
La mayoría de esas explotaciones son de menos de cien mil kilos de cuota y ganaderos sin sucesión generacional.
Ni la subida de precios de la leche en origen ni las expectativas de aumentar la cuota son capaces de frenar esta situación y para colmo la incorporación de jóvenes al sector es mínima, tanto en Cantabria como en otros lugares de España. La mayoría no le encuentra atractivo como para apostar por él; prefieren buscar otras ocupaciones más estables y menos sacrificadas.
Como veis la situación no es muy halagüeña y sin duda es consecuencia de una política agraria de la CEE que no hay quien la entienda y por supuesto de la globalización y el libre mercado.
Todo esto está provocando varios efectos negativos a la región como pueden ser:
Pérdidas económicas, aumento del paro, abandono de la actividad agraria, despoblamiento de los pueblos, cambios en el paisaje, pérdida de recursos naturales, desaparición de costumbres populares, ...
Los dos primeros problemas los deben solucionar los que los han creado, adoptando las medidas oportunas. Pero los otros son muy difíciles de corregir y de evitar que se pierdan.
Pero hay que ser optimistas ya que somos mucha gente los que vamos a trabajar para que no ocurra.
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