Iniciamos el recorrido a pie en la estación de Santa Cruz de Bezana, dirigiéndonos dirección sur por bloques de pisos hasta la gasolinera, donde cogimos a su izquierda un camino que ascendió a la parte alta donde de Bezana. Donde tuvimos una bonita panorámica de Bezana, Peñacastillo y Santander.
El camino siguió bordeando praderías hasta llegar a la localidad de Maoño. Una vez allí enseguida entramos en tierras de Camargo, y visitamos el primero de sus pueblos, Escobedo.
Después seguimos hasta el pueblo de Camargo, que aunque es de los más pequeños del municipio, es el que le da nombre.
Poco más adelante, llegamos a Revilla, donde visitamos la famosa Ermita del Carmen, donde se cobija la patrona de Camargo.
Muy cerca de allí tuvimos la tradicional comida de hermandad.
Tras la comida, sólo nos quedó seguir la senda de la ría del Carmen para terminar en Maliaño, donde cogimos el tren de la FEVE para retornar a Santander.
La travesía totalizó unos 13 kilómetros de recorrido y discurrió por un territorio bastante poblado, pero que aún conserva interesantes valores paisajísticos, con sus peñas calizas cubiertas de encinar, al menos las que no se han comido las numerosas canteras de la zona.
Transitamos por estrechas carreteras entre barrios, alguna pista y una senda peatonal.
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