REBELION EN LA GRANJA

Después de un buen tiempo en silencio debido principalmente a la falta de tiempo, que no de ganas, por estar ocupado en un proyecto del que os hablaré pronto, vuelvo con renovadas energías y nuevas ideas para seguir dando contenido y sentido a este blog.

En el primer artículo de esta nueva etapa quiero hacer una reflexión sobre lo que está ocurriendo con la denominada “REVELIÓN EN LA GRANJA”.
Primero fueron ”las vacas locas”, le siguió “la gripe aviar” y ahora nos viene la “gripe porcina”. ¿Qué le seguirá? “la esquizofrenia de los corderos” o tal vez con los vegetales transgénicos “la neumonía del maíz” , “la faringitis de los cítricos”.
¡¡ OJO A LOS TRANSGÉNICOS¡¡ (organismos genéticamente modificados) que seguro que sin tardar mucho nos van a dar más de un susto, si no, al tiempo.

La verdad es que a uno le entran ganas de reírse por no llorar o mejor de volverse ermitaño y comer “ostias”. Aunque…. pensándolo mejor, a la iglesia ni mencionarla, que también le manda narices lo suyo, que ni siquiera permite practicar sexo seguro y a gusto con el preservativo, ¿será mejor?... pillar el sida o cualquier otra cosa o llenar el planeta de hijos no deseados.
Pero como hay que seguir al pie del cañón y ser optimistas, muy importante según dicen para no parecer enfermedades psicosomáticas (en castellano, producidas por nuestras propias neuras), habrá que tomar medidas y decisiones para que no nos carguemos el planeta y nos vayamos todos al carajo.
Por lo tanto, yo me he puesto las pilas y he empezado a tomar medidas para paliar esta situación de ”rebelión de la naturaleza”.
- Comer la menor carne posible y la que se coma si puede ser que sea de producción ecológica.
- Comprar todo lo que se pueda directamente al productor y en el comercio justo.
- No consumir productos precocinados, ni los que estén llenos de conservantes, colorantes, etc.
- Comer productos frescos de temporada, pescado (no de piscifactoría), frutas, verduras y frutos secos.

Manzano

Con estas medidas deciros que a parte de ser más respetuoso con el medio ambiente, he adelgazado y mi salud ha mejorado considerablemente. También es cierto que sale algo más caro, pero merece la pena con creces y a la larga yo creo que se ahorra.

Como consumidores tenemos la obligación y si nos pusiéramos todos de acuerdo el poder de exigir alimentos sanos y naturales.
España es uno de los principales productores de productos ecológicos, pero la gran mayoría se exportan, por eso entre otras cosas aquí son más caros. Este tipo de producción podría ser una solución al sector agrario si apostase por ello.
Creo que por hoy ya he metido mucha caña, pero seguiré escribiendo sobre estos temas, podéis estar seguros.

Tomates.